Materiales
didácticos
María Montessori elaboró un material didáctico
específico que constituye el eje fundamental para el desarrollo e implantación
de su método.
No es un
simple pasatiempo, ni una sencilla fuente de información, es más que eso, es
material didáctico para enseñar. Están ideados con la finalidad de captar la
curiosidad del niño y guiarlo por el deseo de aprender. Para conseguir esta
meta, los materiales han de presentarse agrupados, según su función, de acuerdo
con las necesidades de cada alumno.
Estos
materiales didácticos pueden ser utilizados individualmente o en grupos para
participar en la narración de cuentos, conversaciones, discusiones, esfuerzos
de trabajo cooperativo, canto, juegos al aire libre y actividades lúdicas
libres. De esta forma asegura la comunicación, el intercambio de ideas, el
aprendizaje de la cultura, la ética y la moral.
En general
todos los materiales didácticos poseen un grado más o menos elaborado de los
cuatro valores: funcional, experimental, de estructuración y de relación.
Otra
característica es que casi todo el equipo es autocorrectivo, de manera que
ninguna tarea puede completarse incorrectamente sin que el niño se dé cuenta de
ello por sí mismo. Una tarea realizada incorrectamente encontrará espacios
vacíos o piezas que le sobren.
El niño realiza cosas por sí mismo y abrirá su
mente a la ciencia observando las cosas que crecen,
como plantas y animales. Los colores, la pintura, papeles de
diferentes texturas, objetos multiformes y las figuras geométricas de tres
dimensiones las incitan a la expresión creativa.
Materiales
sensoriales
Estos materiales los encontramos agrupados por
cada sentido:
· El gusto y el olfato. Las plantas y
los perfumes proporcionan la gama de los olores. Aquí el material está
constituido naturalmente por productos culinarios, con el complemento de una
serie de botes con sustancias olorosas, otra serie idéntica ha de ser
clasificada por comparación, de manera que se pueda asegurar el reconocimiento
exacto de los olores.
· El tacto. Tiene
en cuenta el sentido táctil, en todas sus formas (tablillas y rugosidades), así
como el sentido térmico (botellas con agua a diferentes temperaturas), la
percepción de las formas, etc.
· La vista.
Percepción diferencial de las dimensiones, colores, volúmenes y formas.
· El oído.
Discernimiento de los sonidos con cajas metálicas, campanillas, silbatos y
xilófonos.